No
conozco mi origen
pero sé
que provengo de un lugar especial.
Ligera
de ropa vas
apolínea
de vientos calientes.
Me
destrozas cada noche que te sueño.
Envenenas
todo rincón de mi cabeza.
Quiero
chuparte.
Ojos
que iluminan el enjambre
mientras
conduce todo.
Campanas
y demasiadas voces.
Abiertos
a la mejor juventud,
desnudos
en nuestro tiempo.
En
mercader del segundo me conviertes.
En
reptil inmortal.
En rey
lagarto, un momento.
Sol,
alúmbrame.
No hay comentarios:
Publicar un comentario